martes, 12 de mayo de 2015

Consejos sobre cómo cuidar a los mayores en casa



Los abuelos, padres, suegros o tíos pueden necesitar nuestros cuidados cuando llegan a determinada edad. Si bien algunas familias optan por llevar a sus familiares a centros de atención especializada o contratar a alguien que los asista, otras deciden mantenerlos en el hogar y prestarles la atención que se merecen. Conoce en este artículo varios consejos sobre cómo cuidar a los mayores en casa.

Estar al cuidado de una persona en la tercera edad puede ser muy gratificante y al mismo tiempo agotador, sobre todo, si no tiene la capacidad para movilizarse por sus propios medios o padece una enfermedad neurodegenerativa.

Claves para cuidar a los mayores en casa

Gracias a los siguientes consejos, el cuidado de los familiares mayores en casa no se volverá una carga ni algo frustrante.

Que uno solo no cargue con toda la tarea

Quizás las mujeres de la casa (hijas, nueras, sobrinas) son las encargadas de cuidar a los ancianos, por cuestiones de filiación pero, también, por concepciones sociales. Es bueno que todos los que viven en la misma casa se encarguen de las tareas que conlleva el cuidado de esa persona.
Uno solo no puede con todo, sobre todo si el padre, madre, suegro, suegra, tío o tía está enfermo, no se puede levantar de la cama, debe seguir unadieta específica, etc. Si te encuentras cuidando a una persona mayor y sientes que estás sobrecargado de tareas, pide ayuda a los demás. Siempre con respeto y de buena manera.
Cocina abuela

No sentirse culpable

Muchos hijos o sobrinos optan por dejar a los familiares en una casa especializada en tercera edad y se sienten con mucha culpa por ello. En otros casos, no poder cumplir con las expectativas del familiar produce sensaciones similares. Es bueno tener en cuenta que uno está haciendo lo mejor que puede, que la decisión tomada tiene que ver con varios factores y ha sido analizada, que no siempre podemos hacer todo perfecto, etc.
Para evitar estos sentimientos se puede, por ejemplo, contratar a un auxiliar que cuide a la persona durante la noche o las horas en que no estamos en casa. De esta manera, el anciano permanece en el hogar y está siendo cuidado por alguien que tiene experiencia. Y si no se cuenta con el dinero para ello y la decisión es cuidarlo entre todos, no sentir culpa si algo no sale bien.

Ser organizado

Esta es la clave no solo para cuidar ancianos, sino para la vida en general. En este caso en particular, es bueno planificar con tiempo y ser ordenado. Por ejemplo, no equivocarse con la medicación, tener siempre a mano los teléfonos de las emergencias o médicos, avisar a los vecinos y familiares si se necesita ayuda, no quedarse sin remedios o pañales, realizar con antelación los trámites en la clínica u hospital, saber correctamente los horarios de toma de pastillas y hasta colocar alarmas para no dejarlo pasar al estar ocupados con otra cosa.
A las personas mayores les viene bien seguir una rutina de baño, comidas, paseos, etc. y para el cuidador será más sencillo el día a día.

Aprender sobre el cuidado de personas mayores

Existen diversos cursos o grupos de apoyo para familiares de personas enfermas o de tercera edad que se quedan en casa. Puede ser un lugar perfecto para aprender sobre lo más importante que hay que tener en cuenta y hasta para desahogarse con gente que se encuentra en la misma situación que uno.
No dudes en leer lo más que puedas al respecto, consultar con los que saben, en lo posible, contratar a alguien y aprender algunas de sus técnicas para aplicar luego en el anciano, etc.
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Toma un tiempo para ti

No puedes pasarte todo el día cuidando a tus padres, suegros, tíos o abuelos. Esto no quiere decir que seas una mala persona o alguien egoísta, sino que también es necesario que satisfagas tus necesidades sociales, recreativas, lúdicas, etc.
Tómate una o dos horas cada día para hacer lo que más te gusta, en lo posible fuera de casa y no en compañía del anciano que cuidas. Si no tienes a nadie más que te ayude, contrata a alguien para que esté unas horas nada más en la casa y tú puedas hacer lo que quieras.

Duerme bien

Si estás cansado, es más difícil que puedas asistir a alguien de la tercera edad y, en muchos casos, enfermo. Por lo tanto, duerme lo suficiente según tu organismo lo solicite. La falta de sueño disminuirá tu capacidad para concentrarte, para solucionar problemas, para estar atento a las necesidades del familiar, para recordar cosas importantes, etc. Se dice que 8 horas por noche es lo ideal, aunque 7 también es una buena cantidad.
Si tienes la oportunidad, duerme una siesta. Trata de descansar cuando el anciano también lo haga. Si has tenido hijos, piensa en la época en que eran bebés. Es algo similar ahora. Si puedes contratar a una persona que te ayude, aprovecha para dormir cuando está en la casa.

Aprende a decir que no

Seguro tendrás muchas responsabilidades y actividades a las cuales no podrás asistir o cumplir. No te sobrecargues de cosas o reduce el tiempo en que te encargas de esos asuntos. Si estás dedicando tu tiempo a cuidar a tus padres, no tendrás muchas horas libres, por lo tanto, no te comprometas con cosas que después no podrás cumplir. Recuerda que no puedes hacer todo y que el día solo tiene 24 horas.

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