La mayoría de las personas están familiarizadas con las propiedades beneficiosas de los tomates, pero no todo el mundo está familiarizado con el hecho de que puede curar las venas varicosas con la ayuda de los tomates.
Hay dos maneras de curar las venas varicosas utilizando tomates verdes y rojos maduros.
Tratamiento de las varices con tomates verdes
El tomate verde es un remedio casero simple que se puede utilizar en la lucha con las venas varicosas.
Es necesario lavar un par de tomates verdes y cortarlos en rodajas (o anillos). Colocar los rodajes de tomates verdes sobre las venas varicosas, si es necesario, puedes atarlos con algunos vendajes.
Manten los tomates en estos lugares hasta que sientas una sensación de hormigueo en la piel. Si no puedes soportar esta sensación por mucho tiempo, retiralo tan pronto sientas una sensación de ardor, luego lavar las venas con agua fría.
Si el procedimiento va bien, el resultado será visible muy pronto. Este procedimiento debe repetirse cinco veces al día, preferiblemente de forma consecutiva.
Tratamiento de las varices con tomates rojos maduros
El procedimiento es similar al anterior. Los tomates maduros deben ser lavados, cortados en rodajas finas y se coloca en las venas durante 3-4 horas atados con algún vendaje. Después de algún tiempo reemplazar el tomate con uno nuevo. Este procedimiento es preferible realizarlo en la tarde o en la noche.
El tomate tiene propiedades curativas porque en ellos, además de sus semillas, hay una sustancia en sus propiedades similares a la aspirina. Este ácido se considera que es un anticoagulante, que diluye la sangre y no le da estancamiento.
Además, el tomate tiene flavonoides que refuerzan las paredes del vaso sanguíneo.
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